La cita ha batido su récord de participantes con más de 400 atletas
El leonés Sergio Rapado y la carbonerense Marta Vírseda vencieron en la prueba reina de la tercera edición de la Carrera Popular Murallas de Cuéllar, una cita que este domingo batió su récord de participantes. 280 atletas populares y 150 menores se dieron cita en la prueba que organiza el Atlético Cuéllar en colaboración con la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento.
La previsión era que se dieran cita unos 250 –más ya que en ediciones anteriores–, pero se vio superada. A última hora, este domingo mismo, la organización se vio sorprendida por la presencia de numerosos atletas interesados en apuntarse. Lo resolvió como pudo y dio sin problema el pistoletazo de salida a todas las carreras. A las de los más pequeños y a las dos previstas para los absolutos, que podían elegir entre realizar la original de diez kilómetros o la estrenada este año, de cinco.
El recorrido para las dos era el mismo, solo que la más corta consistía en dar solo una vuelta al circuito establecido en lugar de dos. El más veloz en completar esos cinco kilómetros fue el atleta valleladenseEduardo Esteban, que ganó con un tiempo de 17 minutos y 16 segundos. Tras él entraron en meta Jorge Blázquez (17:30) y Antonio Cerezo (17:39), mientras que la primera mujer quedó Esther Cocero, con un tiempo de 28:02.
En la distancia larga, el grupo de cabeza consiguió hacer un promedio de 17:20 por cada 5.000. Venció el leonés Sergio Rapado (34:41) seguido por Francisco Javier de la Casa (35:22) y Juan Carlos Pérez (36:18). También la atleta de Carbonero Marta Vírseda en mujeres con 42:39 de marca. Esta saboreó otro triunfo tras el conseguido hace dos semanas en la Carrera Monumental Cébé Ciudad de Segovia, una carrera a cuyo modelo se asimila la de las Murallas de Cuéllar, más humilde, aunque su recorrido también transcurre entre monumentos, en este caso de Cuéllar. La villa disfrutó este domingo para la carrera de unas buenas condiciones climatológicas.
Fuente: El Norte de Castilla
Foto y Texto: Mónica Rico
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